Si tuviera que rebuscar entre mis pensamientos y decidir cuál fue la primera imagen que mi conciencia grabó en mis retinas y en mi memoria por primera vez no sería la cara de mi querida madre, o de mi padre, o incluso de mis abuelos, no, la primera imagen que recordaría sería la de una mujer encerrada en una nave en el espacio luchando contra un alien (Alien: el octavo pasajero) mientras mi tía, tapándome los ojos, les decía a mis padres que iba a tener pesadillas y ellos tranquilos le respondían algo tipo «esa niña a visto más cine de terror que tú en una vida entera». Mi padre, como buen fan del cine de terror y fantástico, fue lo que más me inculcó en mi infancia, además de cine clásico, asiático y wéstern.
“Aunque mis ojos ya no puedan ver ese puro destello, que me deslumbraba. Aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor en la hierba de la gloria en las flores, no hay que afligirse. Porque la belleza siempre subsiste en el recuerdo» Esplendor en la hierba, Elia Kazan.

Entre tanto zombies, aliens y demás criaturas mis tías decidieron que también debía ver lo que veían los niños a mi edad y me aportaron el mundo Disney (soy una persona normal, os lo prometo jajaja). Cuando era pequeña tenía mis 4 películas bucle, esas que sin saber porqué, te obsesionan y no paras de ver: para comer, para merendar, para vestirte por la mañana, para ir al cole, para antes de dormir… y pensaréis, pero a esta mujer que le gustaba a tan tierna edad con todo esto que está contando? Pues bien, mis películas bucle eran Tiburón, Dentro del Laberinto, Pesadilla Antes de Navidad y La Sirenita. Otro momento bucle en mi vida fue la primera vez que me independicé (si amigos, me he independizado más de una vez, ser un culo inquieto es lo que tiene!) me dio por ponerme cada noche para irme a dormir el Diario de Bridget Jones 1 y 2, Love Actually ó Ali G, no me preguntéis porqué, pero era ponérmelas y sentirme agusto, como en casa… y aún a veces me las sigo poniendo ;P
Desde pequeña para mi el cine ha sido mi compañero de viaje en esta vida, mis micro-mundos en los que perderme durante horas, por un rato podía viajar a otros lugares, otras galaxias o épocas, podía volar a Nunca Jamás y hacer palmas para resucitar a un hada con el rostro de una jovencísima Julia Roberts o ver a John McClane acabando él solo con un edificio repleto de terroristas armados hasta los dientes.
En este artículo quería hablaros de las que fueron para mi mis películas favoritas de infancia. En realidad la lista se me queda corta con tan solo 10 films pero tampoco quería hacer «El post interminable» que como me ponga tengo para una trilogía que ni George Lucas… Así que allá vamos:
Tiburón (Jaws), 1975. Dirigida por Steven Spielberg. Mi primera obsesión. Es verano, tiempo de playa, sol y mar, mucho mar. En televisión están pasando una película que trata sobre un tiburón gigante que se dedica a pasear a orillas de la playa pública con cierto afán de merendarse a los bañistas que chapotean en la zona. La reacción quizás más normal (post-film) debería ser de terror o cierto apuro a la hora de meter un pie en el mar, no? Pues no, no fue mi caso. Mi lado masoquista y morboso me llevaba a meterme al agua con mis gafas de bucear con el propósito de buscar a ese ser de tamaño colosal. La cosa es ¿y si me hubiese llegado a encontrar con algo así? Mama por…
Legend, 1985. Dirigida por Ridley Scott. Uno de mis primeros mundos de fantasía. No sé si eran los unicornios, el joven Tom Cruise o el uso desmesurado de purpurina que hasta los árboles tenían, pero esta película era y es magia, un cuento hecho realidad. Siempre me ha interesado el mundo de la mitología, dioses, seres divinos… y cuando vi los dos unicornios, con mi tierna ingenuidad, tomé conciencia en aquel momento de que existían y, lo más importante, que no se debían tocar, nunca!
Regreso a Oz (Return to Oz), 1985. Dirigida por Walter Murch. Pese a que la película clásica me encantaba esta fue la que me llegó al corazón. De pequeña tenía cierto parecido físico con Fairuza Balk y eso quizás hizo que me sintiese más identificada con esta Dorothy. También recuerdo agobiar a mi madre con los dichosos zapatos rojos de charol (y creo que no fui la única). Aunque esta película parte de un mundo de Oz en ruinas, me encantaba imaginar que realmente existía un árbol de la merienda, unos polvos mágicos que tenían el poder de dar la vida a los objetos sobre los que se arrojaban, y como no, mi querido calabaza Jack.
Dentro del laberinto (Labyrinth), 1986. Dirigida por Jim Henson. Esta sí, esta fue mi película de culto, mi religión, mi TODO. Desde que la descubrí de bien pequeña es la película que más y más veces he repetido de ver sin parar, memorizando cada guión, cada gesto, cada escenario… Este fue mi primer mundo de fantasía a descubrir, al primer hombre con leggins y botas altas que me enamoraba, ese Rey de los Goblins canalla que encarna mi querido Bowie que en paz descanse. ¿Quién de pequeña no hubiese querido que se le presentase semejante hombre en tu llamada de socorro? Aunque fuese para meterte en su laberinto y someterte a mil pruebas con el fin de llegar a él… Me pido primens!
Golpe en la pequeña china (Big trouble in little china), 1986. Dirigida por John Carpenter. ¿Sabes quién es Jack Burton? Pues deberías. Junto Indiana Jones: El Templo Maldito, para mi fue una de las mejores películas de aventuras ya que posee todos los componentes para conquistar al espectador: aventuras, acción, comedia, amor y magia china! Jack Burton, un héroe tan chulo como torpe, que sin comerlo ni beberlo se ve en medio de un follón épico, con solo la intención de volver a recuperar ¿a la dama? No ¡a su camión! Como diría Jack Burton «¿pero qué pasa?».
Desafío total (Total recall), 1990. Dirigida por Paul Verhoeven. Junto Blade Runner, una de las películas que mostraban un futuro alternativo. Viajes a marte, vacaciones virtuales, viajes espaciales, una mujer con tres tetas… Otra de esas películas de «yo contra el mundo», esta vez con algo más de presupuesto que la anterior.
El club de la buena estrella (The joy luck club), 1993. Dirigida por Wayne Wang. Aún recuerdo como descubrí esta joya. Era de madrugada y estaba haciendo zapping en la televisión, una de esas noches que vas enganchando películas, y justo comenzaba en TV2. En un principio la dejé puesta con ánimo de dormirme y no prestarle mucha atención, pero conforme pasaba la película más me atrapaba. La trama transcurre alrededor de 4 familias que cuentan la historia de cada una de ellas, vidas en dónde muestran amor, traición, locura y desesperación. Historias que te dejan con ese sabor agridulce y, tan reales, como la vida misma.
Amigas para siempre (Now and then), 1995. Dirigida por Lesli Linka Glatter. Vale que The Breakfast club molaba, pero Amigas para siempre era la caña. Cuatro amigas de la infancia se reúnen, tras 20 años sin verse, por el embarazo de una de ellas. Es entonces cuando comienza a recordar un verano que les marcaría sus vidas. ¿Quién en su infancia no hizo la promesa junto a alguna amistad de no separarse jamás? ¿Recordáis vuestro primer beso? ¿Aquel verano que os marcó? Ellas sí.
Las vírgenes suicidas (The virgin suicides), 1999. Dirigida por Sofia Coppola. Cuando la vi por primera vez era aún muy pequeña para llegar a entender del todo esta película y el mensaje que envía, algo platónico y puro, la pérdida de la inocencia, el cambio de la infancia a la vida adulta. Una película preciosa y a la vez dura, que me hizo comprender ya de más mayor, que esos momentos idílicos de juventud serían transformados con el paso del tiempo en una vida adulta cargada responsabilidades. Así que Carpe Diem.
Lost in translation, 2003. Dirigida por Sofia Coppola. Recuerdo el estreno de esta película como si fuese ayer, yo tenía 17 años, dibujaba manga, vestía al más puro estilo kawaii y Japón me obsesionaba. No tenía grandes expectativas sobre la película pero el simple hecho de que fuese protagonizada por Bill Murray y fuese rodada en Japón era excusa más que suficiente para su visionado. Entonces me enamoré, me enamoré de sus diálogos, de sus silencios, de Scarlett Johansson, hasta de la peluca rosa que lleva en un momento dado. Me enamoré de ese sentimiento de saber que no perteneces a un lugar, de sentirte perdido, de cambiar o conformarte. Porque ¿quién no se ha sentido alguna vez así?
recuerdo días enteros viendo muchas de estas películas, repitiendo esplendor en la hierba, viendo tiburón incluso enferma, recuerdo ver el laberinto y una jovencísima protagonista con un grande de la música apuntando maneras… y un trolecillo adorable (fanática admiración hacia los trolls y duendes tenía yo). Quién no ha vistoy revisto Oz? quién no ha tenido los maravillosos mundos del cine y se ha perdido en bucles de películas o escenas? no podría parar… que si willow que aún hoy cuando sale en la tele wsps de amigos, madre, padre, tía y otros familiares dispersos bombardean mi móvil diciendo «willow por la tele», creo que les obligué a ver esta película cada día de mi vida hasta la adolescencia al menos 2 veces…jajajaja. Podríamos seguir hablando de otro grande: «hola, me llamo Íñigo Montolla, tú mataste a mi padre, prepárate a morir…» , o de los mundos de Indiana Jones, Mi alter ego, mi amor, y mi ídolo… o, desde luego con Marti mcfly en regreso al futuro. No, definitivamente no podría hacer un top ten, ni un top nada. Admiro el post, me ha encantado la forma de contarlo, las anécdotas, y las elecciones. Muak bonita.Missyuuuuuu
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