Me declaro fan incondicional del otoño, creo que podría decir que es mi época favorita del año ¿por qué? os preguntareis y la respuesta es bien simple: me encanta el comienzo del frío, sacar del armario un jersey (no muy grueso) y poder disfrutar de su suave sensación sin necesidad de ir aún como una cebolla por la calle; adoro ir a la montaña y fotografiar esos maravillosos paisajes otoñales bañados en tonos rojizos y naranjas. Y diréis, «vale, pero esto que tiene que ver con la comida?» muy fácil: frío + montaña = puchero y producto de temporada.
Con el frío picando a nuestra puerta comienza a apetecer platos de cuchara y el otoño nos ofrece grandes productos de temporada, entre ellos las setas. En la receta de hoy os traigo un plato clásico, un risotto de setas, para este en concreto usaremos camagrocs. He escogido esta seta porque tiene un sabor muy peculiar e intenso y le va a dar mucho sabor a nuestro arroz. No me enrollo más, así que vamos con la receta!
INGREDIENTES (para dos personas)
- Mantequilla (45gr)
- Cebolla (1 de tamaño grande)
- Caldo de pollo o verduras (700 ml)
- Arroz bomba o especial risotto (1 vaso)
- Camagrocs (250 gr)
- Queso parmesano
- Vino blanco (1 vaso)
- Dos dientes de ajo
- Pimienta y sal
* Las cantidades del caldo, parmesano y mantequilla son aproximadas ya que dependerán del tipo de arroz y del gusto personal
Antes de comenzar quiero comentaros que las cantidades son orientativas ya que el caldo variará dependiendo del arroz que usemos ya que no todos absorben igual.
Para realizar esta receta he usado una sartén antiadherente de un tamaño mediano. Primero de todo picaremos los dos dientes de ajo (que sean gorditos) y los doraremos en la sartén ya calentada con mantequilla (más o menos unos 30 gr de esta). Una vez estén algo dorados añadiremos la cebolla picada y la pocharemos bien, en este paso hay que tener paciencia e ir moviendo la cebolla para que esta se vaya haciendo a fuego medio sin quemarse, tiene que quedar bien empapada de mantequilla así que si vemos que le falta le podemos echar un poquito más. En este punto podéis añadir algo de sal para que la cebolla sude y se haga más rápido. Por otro lado, tendremos nuestros camagrocs limpios y preparados para añadirlos a la cebolla una vez esta esté ya en el punto que queremos.
Saltearemos un poco todo para que se hagan un poco las setas y se mezclen bien del sofrito y añadiremos el vaso de arroz. Con el arroz en la sartén no buscamos tostar este si no que se impregne bien de los sabores y los comience a absorber con lo que le daremos unas vueltas hasta que veamos todos los granos brillantes y empapados del sofrito. Es ahora cuando añadiremos el vaso de vino blanco, preferiblemente un vino seco o de cocinar, y removeremos hasta que se evapore el alcohol.
Es ahora el punto importante cuando debemos añadir el caldo y este ha de estar caliente. El tipo de caldo que yo he usado ha sido de verduras ya que me había sobrado de otro plato que hice y lo quería aprovechar pero uno de pollo también le quedaría bien. El caldo se lo iremos añadiendo poco a poco y siempre caliente, para no romper la cocción del grano, e iremos removiendo este. Veremos como el arroz va absorbiendo el caldo y deberemos estar atentos en cuanto este nos pida, es decir, no quedarnos cortos de caldo pero tampoco que quede un arroz caldoso, debe quedar meloso. Durante este proceso podemos sal-pimentar al gusto. Una vez nuestro grano esté hecho y meloso (tener ojo de que no se os pase el arroz, si hace falta id probándolo) apagaremos el fuego y con el calor aún de este añadiremos unos 10 gr de mantequilla y unas dos cucharadas soperas de parmesano y lo mezclaremos bien para que quede todo integrado y se cree una crema aún más melosa gracias a estos dos ingredientes.
Ahora solo queda emplatar y disfrutar de este delicioso y sencillo arroz. Espero que os haya gustado esta receta tanto como me gusta a mi y que os animéis ha hacerla en casa 🙂
